VERDADES OCULTAS EN LA BIBLIA

VERDADES OCULTAS EN LA BIBLIA

Apreciados lectores: Dada la enorme confusión que actualmente existe, entre las huestes que procuran acercarse al Supremo Creador y conocer cuáles son sus designios, la forma más expedita para alcanzar ese propósito, consiste en escudriñar a fondo, todos aquellos escritos, dados a conocer por varones inspirados por el Espíritu Santo (Ruáh Ha Kodesh), que fueron dados a conocer en diferentes épocas, y muchos de ellos reunidos para formar un solo conjunto, denominado en la antigüedad como Las Escrituras, pero con el correr del tiempo, algunas denominaciones religiosas optaron por llamarle La Biblia, término cuyo significado procede del griego biblos, que traduce rollo, papiro o libro, cuyo nombre fue tomado de una ciudad fenicia. En relación con lo anterior, es menester precisar que, todos los textos compilados bajo el nombre de Las Escrituras, fueron elaborados por escribas de origen hebreo, en su propia lengua y dirigidos a comunidades o personas hebreas en diferentes lugares, durante un período aproximado de 1.600 años. Aunque Las Escrituras fueron traducidas siglos más tarde a otros idiomas como el griego y el latín, ello no constituye prueba alguna, para afirmar que éstos son los textos originales, como nos han hecho creer. Infortunadamente, los llamados ‘teólogos’ católicos y cristianos, al traducir Las Escrituras del hebreo a lenguas vulgares o paganas, incurrieron en modificaciones e interpretaciones amañadas de las mismas, tendiendo con ello un manto de oscuridad espiritual, el cual solo ha servido al adversario/ha satán, para llevar a cabo sus propósitos nefastos y mantener su reino de maldad. Si en verdad anhelamos acercarnos al Padre Celestial y cumplir con fidelidad su voluntad, constituye un imperativo para cada persona, escudriñar Las Escrituras a fondo, para comprobar las enseñanzas que se reciben, verificando de manera particular y bajo la guía del Espíritu Santo, el único que otorga sabiduría para comprender las muchas verdades ocultas en su interior, porque hasta el momento presente, nadie ha podido ilustrar con suficiente claridad, los hechos trascendentales, inherentes al pasado, presente y futuro de toda la humanidad. Todas las denominaciones religiosas con sus Ministros, sin excepción alguna, han caído en especulaciones y falsas profecías, que solo han contribuido para apartar del verdadero camino, a quienes les escuchan y les creen.