¿HACÍA DÓNDE DIRIGIMOS NUESTRA ADORACIÓN? (Parte 1)

Dado que nuestra ‘Adoración’ está considerada como una actitud o intención de nuestro corazón para con Elohim IHVH (léase IaHVéH), ello implica que debe existir de nuestra parte obediencia, servicio, rendición, ahaváh/amor, etcétera, motivo por el cual aceptamos desarrollar un estilo de vida, a través del cual tratamos de alcanzar una estrecha y fraternal relación con ese Ser grande y Todopoderoso, que nos dio la vida como un regalo especial.

Todo hijo del Elohim viviente, debe tener en cuenta el Nombre real de Su Padre, y no dejarse engañar del adversario, cuyos agentes en el Mundo, se han dedicado a propagar mentiras, para confundir al Pueblo del Abba/Padre Celestial, afirmando en todo lugar que ‘el Nombre es lo de menos’, que eso es algo secundario y qué para dirigirnos a ÉL, el nombre no tiene importancia.

Nuestro Padre Celestial es UNO solo y Su Pueblo a ÉL se debe. La Palabra de IHVH es y ha sido siempre la misma. ¿Por qué razón fue adulterada? Para poder introducir doctrinas y muchas enseñanzas de mentira, y así desviar a los hombres.

Quienes pregonan dar honra a seres, que se representan en figuras o imágenes, pero que no poseen vida, por causa de dicho engaño, cargado de muchas mentiras, están llevando al abismo a sus ovejas perdidas. Afortunadamente hoy en día, un despertar en los Hijos de IHVH ya está operando, y son muchas las personas con un sincero deseo, de recibir de los Cielos, el agua pura de vida, o sea La Palabra del Padre, que comienza a ser recogida.

ÉL solo pide a sus hijos, ser temerosos y no infringir sus Mandatos, dados en la Toráh, porque, si de verdad ellos le aman con sinceridad, todos los holocaustos y sacrificios que le hagan, de sus corazones deben brotar.